Todos hemos sufrido en algún momento molestias a consecuencia de vecinos que no respetan las normas de convivencia o directamente incumplen la normativa municipal, generando ruidos por encima de lo permito, malos olores y humos, por carencia de soluciones técnicas apropiadas o que directamente no tienen licencia municipal para realizar ese tipo de actividad o intentando implantar actividades poco adecuadas o directamente prohibidas por los Estatutos.